Breverías

En el ajedrez cuando se comete un error el resto de la partida son sus consecuencias. En la política —a ratos tan parecida al ajedrez—, también. La historia del juego y el juego de la historia nos enseñan que los aciertos son, en el mejor de los casos, sólo necesarios para prevalecer; pero los errores […]

Texto de 26/01/19

En el ajedrez cuando se comete un error el resto de la partida son sus consecuencias. En la política —a ratos tan parecida al ajedrez—, también. La historia del juego y el juego de la historia nos enseñan que los aciertos son, en el mejor de los casos, sólo necesarios para prevalecer; pero los errores […]

Tiempo de lectura: < 1 minuto

En el ajedrez cuando se comete un error el resto de la partida son sus consecuencias. En la política —a ratos tan parecida al ajedrez—, también. La historia del juego y el juego de la historia nos enseñan que los aciertos son, en el mejor de los casos, sólo necesarios para prevalecer; pero los errores son, irreversiblemente, fatales.

La confianza en uno mismo actúa, como bien se ha dicho acerca de las medicinas en el cuerpo o los adjetivos en un texto, de dos maneras: una adecuada dosis defiende; en exceso, perjudica.

Siempre lo que estábamos buscando en el lugar (para nosotros) más adecuado estaba (para nuestro mal o nuestro bien) en otra parte. Nada está, al principio, en su lugar. Todo parte de un entorno descolocado. Rompecabezas sin descanso. Lo que se mueve no necesariamente se desubica; a veces lo que se desplaza se recompone, se reconoce.

La historia humana es una historia de emigrantes y emigraciones. La historia de un animal que nunca pudo estar con plenitud en donde el mundo lo hizo nacer.

Nuestro destino es errar. No tenemos paraíso. Nuestro destino es reconocer que sólo tenemos un boleto para un viaje en la mano. Acaso nuestra maldición es que no queremos llegar, finalmente, a un solo lugar que cumpla el final del viaje.

Cuesta tanto ganar lo que es tan fácil perder, que un día uno se levanta con la idea de perder, a ver si sucede lo contrario.

El mayor terror no surge de atestiguar lo espectral o lo imposible, sino de toparse con la realidad, encarnada y hambrienta. EP

Este País se fundó en 1991 con el propósito de analizar la realidad política, económica, social y cultural de México, desde un punto de vista plural e independiente. Entonces el país se abría a la democracia y a la libertad en los medios.

Con el inicio de la pandemia, Este País se volvió un medio 100% digital: todos nuestros contenidos se volvieron libres y abiertos.

Actualmente, México enfrenta retos urgentes que necesitan abordarse en un marco de libertades y respeto. Por ello, te pedimos apoyar nuestro trabajo para seguir abriendo espacios que fomenten el análisis y la crítica. Tu aportación nos permitirá seguir compartiendo contenido independiente y de calidad.

DOPSA, S.A. DE C.V