Análisis de estrategias para contrarrestar los efectos de COVID-19 en México

Este artículo presenta los datos científicos más recientes en torno a la sintomatología por COVID-19, así como la efectividad de estrategias e intervenciones que el gobierno mexicano puede acatar para disminuir el impacto de transmisión.

Texto de 06/04/20

Este artículo presenta los datos científicos más recientes en torno a la sintomatología por COVID-19, así como la efectividad de estrategias e intervenciones que el gobierno mexicano puede acatar para disminuir el impacto de transmisión.

Tiempo de lectura: 14 minutos

SUna persona de cualquier edad, infectada por COVID-19, puede transmitir el virus aún sin presentar síntomas. Se estima que una vez que una persona se ha infectado, el virus se incuba por 5 días aproximadamente y los síntomas generalmente se presentan entre una y dos semanas. En China se observó que casos asintomáticos podían transferir el virus hasta por 3 semanas.

La Figura 1 muestra los síntomas mayormente reportados entre los casos de COVID-19 en China. El síntoma más común fue la neumonía (inflamación de los pulmones, dolor) que, en este caso se considera uno de los síntomas o características clínicas principales a causa de COVID-19, seguido por fiebre y tos y/o garganta irritada, aunque cabe señalar que muchos otros síntomas se presentaron en otros casos. 

Figura 1. Características clínicas de casos en China por COVID-19

Figura 2. Progresión de síntomas por COVID-19 a través del tiempo.

La progresión de síntomas que se muestra en la figura 2 es la más común; sin embargo, existen variaciones entre casos.  Si se toman en cuenta datos reportados en Asia, los síntomas de tos y/o garganta irritada suelen presentarse en un promedio de 0.7 días. Si hay fiebre, ésta tiende a presentarse en 0.8 días. Fatiga y dolor muscular tienden a aparecer en 1.6 días. La bronquitis en 8.5 días. Sin embargo, los casos pueden variar en la cantidad y tipo de síntomas. 

La figura 3 muestra la progresión clínica de casos en Hong Kong (excluyendo a China), Japón, Singapur y Corea del Sur. Cada fila es un caso individual. Los puntos indican el primer reporte de ocurrencia de síntomas o inicio de COVID-19. Las líneas (azules) indican la duración de la enfermedad desde su inicio hasta la recuperación/el alta (azul) o la muerte (gris). Las cruces (moradas) indican hospitalización y los cuadrados (azules) indican recuperación/alta (azul) o muerte (gris).

Esta figura muestra que el rango de síntomas, su progresión y el tiempo de hospitalización es variable dependiendo de diversos factores tales como edad, estado de salud, etc. 

Figura 3. progresión de síntomas de casos por COVID-19

Impacto de acciones no farmacéuticas para reducir mortalidad y sobrecarga al sistema de salud por COVID-19

El Imperial College de Londres, en el Reino Unido, ha analizado la efectividad de dos estrategias para lidiar con la amenaza de COVID-19: la mitigación y  la supresión, que fueron diseñadas de acuerdo con modelos epidemiológicos utilizando los datos disponibles y más recientes de la enfermedad. Ambas utilizan acciones de salud pública de diferentes maneras. El Imperial College también estudió cómo impactan estas acciones  en prevenir la transmisión de COVID-19.

La implementación de las también llamadas intervenciones no farmacológicas —porque aún no existe una vacuna o medicamento específico para COVID-19— puede ser una medida excelente en teoría, pero su efectividad dependerá de cómo la gente acate y responda los protocolos de prevención. Esto puede variar entre regiones de acuerdo con factores tales como edad, género, nivel socioeconómico, nivel de educación y capacidad para llevar a cabo estas medidas preventivas. 

¿Qué acciones de salud pública se pueden aplicar para la prevención de COVID-19?

  1. Aislamiento de casos infectados en casa: Los casos identificados se quedan en casa por lo menos 7 días. Se estima que esta medida reduce el contacto y, por ende, el posible contagio a otras personas fuera de casa hasta un 75%.
  2. Cuarentena voluntaria: Cuando se identifica un caso sintomático, la cuarentena se aplica al caso y a todos los miembros de su hogar por 14 días. Aunque la exposición entre miembros del hogar aumenta, el riesgo a contagio fuera de casa se estima que se reduce a 75%.
  3. Distanciamiento social de aquellos con mayor riesgo: Reduce contacto hasta 50% en lugares de trabajo y se estima que incrementa en contacto dentro de casa al 25% y se reduce fuera de casa al 75%.
  4. Distanciamiento social de toda la población: Los hogares disminuyen contacto fuera del hogar, escuela y lugar de trabajo al 75%. La tasa de contacto en lugares de trabajo disminuye por 25% y dentro de casa aumenta a 25%.
  5. Cierre de escuelas y universidades: El modelo estadístico implica que se cierren de todas las escuelas y que el 25% de las universidades permanezcan abiertas (por investigación relacionada a COVID-19). La tasa de contacto aumenta 50% en el hogar de familias con estudiantes. El contacto en la comunidad aumenta 25% durante el cierre de escuelas.

Todas estas acciones de salud pública tienen como objetivo disminuir o evitar que el virus sea transmitido entre personas. 

De acuerdo al Reporte 11 del Imperial College: los datos más recientes en China indican que un mayor movimiento entre personas, por ejemplo, utilizando transporte urbano, en el área de trabajo, escuela, lugares públicos o eventos, está asociado a un mayor contagio de casos por transmisión comunitaria.

Al momento no existen modelos que ejemplifiquen la efectividad de estas estrategias en México o países de medio ingreso. Los modelos matemáticos aquí analizados sólo han sido estudiados en países de alto ingreso, como el Reino Unido y Estados Unidos. La efectividad de las estrategias se ha medido determinando el número de camas de cuidado intensivo que serían necesarias de acuerdo con cada  estrategia. 

Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en el 2018 había 895 unidades de cuidados intensivos para adultos, 785 áreas de aislamiento, 1,749 camas para cuidado intensivo, 1,201 camas para cuidado intermedio y un total de 33,630 camas censables en el país. Considerando que, de acuerdo con el Banco Mundial, en el 2017, México tenía una población total de 129.2 millones de habitantes y cuenta con 1.35 camas aproximadamente por cada 100,000 habitantes. En comparación, Italia cuenta con 12.5 camas por cada 100,000 habitantes. El último diagnóstico de existencia de equipos e insumos en Servicios Estatales de Salud reportaba, hasta el 19 de marzo de 2020, que se contaba con 2,053 ventiladores. Si 1% de la población, equivalente a más de un millón de mexicanos, requiriera hospitalización y cuidados intensivos por COVID-19, se generaría un peso abrumador en los sistemas de salud, lo cual pondría en mayor riesgo a la población en general. Para evitar la sobrecarga de los sistemas de salud y una mortalidad elevada en el país, debemos reforzar las medidas de prevención que en este artículo se discuten.

Figura 4. Total de camas de cuidado crítico en México por cada 1,000 habitantes

La efectividad de estas medidas en México dependerá de su combinación y de cómo las acaten el gobierno y su población.

I. Mitigación 

¿Qué es?

La mitigación se enfocaría en disminuir y retrasar, pero no detener, la dispersión de la enfermedad. Es permitir que suceda la enfermedad, pero conteniendo su avance, para así evitar la sobrecarga a los sistemas de salud y una mortalidad elevada. Se asume, aunque no existe evidencia suficiente, que la población infectada por COVID-19 que no muera pudiera desarrollar inmunidad contra el virus.

Objetivo

Su objetivo es utilizar acciones de salud pública (como el aislamiento social), y vacunas y medicamentos (cuando estén disponibles), para disminuir el impacto al sector de salud y disminuir la mortalidad por COVID-19.

Figura 5. Requerimiento de camas de cuidado intensivo para cinco posibles escenarios utilizando la estrategia de mitigación.

Fuente: Elaboración propia.

Ventajas

Al evitar un incremento abrumador de casos, disminuiría la posibilidad de caos en hospitales y el desgaste de nuestro(a)s médicos, enfermero(a)s y personal de salud.

Si es llevado a cabo de manera efectiva,  es posible proteger a aquellos con mayor riesgo de sufrir un cuadro severo de la enfermedad.

Desventajas

  • No se enfoca en eliminar la transmisión del COVID-19.
  • La mortalidad puede ser alta.
  • Las intervenciones de salud pública deben permanecer durante la duración de la epidemia.
  • Puede poner una sobrecarga a los sistemas de salud.
  • Cuando se retiren las medidas preventivas, existe el riesgo de que regrese y aumente el contagio del virus si es insuficiente la población que ha generado inmunidad al virus.
  • Al evitar la transmisión parcial del virus con esta estrategia, es probable que resurge la infección por COVID-19 si no se puede aislar y proteger al país completamente cuando se quiten las medidas preventivas.

¿Qué se esperaría con esta estrategia?

Al estar expuestos al virus, la población pudiera desarrollar inmunidad a este virus y entonces se esperaría que el número de casos por COVID-19 y su transmisión disminuyera a niveles bajos. Sin embargo, algunos casos han presentado reinfección por COVID-19 y es altamente problable lamuerte de los más vulnerables por exposición al virus.

Cómo mejorar la estrategia de mitigación

El tiempo en que se introducen las acciones preventivas de salud pública, como  el cierre de escuelas, debe ser en el momento adecuado para el país. Hacerlo muy temprano o muy tarde puede afectar su efectividad. Por ello es importante el balance óptimo entre el tiempo de la introducción y duración de las medidas preventivas. 

II. Supresión 

¿Qué es?

La supresión se enfoca en disminuir la dispersión de la enfermedad manteniendo bajos los niveles de la enfermedad hasta que se logre eliminar. 

Objetivo

Reducir el número de personas que infecta cada caso por transmisión comunitaria y, por ende, disminuir el número de casos hasta lograr eliminar la transmisión. 

Figura 6. Requerimiento de camas de cuidado intensivo para cuatro posibles escenarios utilizando la estrategia de supresión

Fuente: Elaboración propia

La línea horizontal (roja) que cruza la gráfica representa la capacidad estimadas de camas en unidades de cuidado intensivo. El periodo de abril a septiembre, representado en sombra (azul), muestra el periodo de 5 meses en el cual se asume que las acciones de salud pública se mantendrán el pie. 

Ventajas

  • La epidemia pudiera ser más controlable dado al bajo nivel de casos.
  • Los sistemas de salud no se sobrepasarían en gran medida.
  • Se ejecuta manteniendo los niveles de casos bajos hasta que se logre eliminar totalmente la transmisión de la enfermedad.
  • Es necesaria y puede ser efectiva en países que tienen al alcance la implementación de medidas de control intensivas. 

Desventajas

Las políticas públicas que se impongan para la prevención de COVID-19 (por ejemplo, aislamiento social) deben mantenerse hasta que ocurra alguno de los siguientes escenarios:

  • Se elimine la transmisión humana.
  • Se disminuya de manera intermitente la circulación del virus  en la población humana.
  • Se tenga disponible  una vacuna.
    • Se espera que esto suceda dentro 12-18 meses.
    • No hay garantía de esta sea totalmente efectiva.
  • Se generen afectaciones a nivel social y económico en el país
  • Se generen afectaciones de salud física y mental en la población.

¿Qué se esperaría con esta estrategia?

Se  disminuiría el contacto en la población y, por ende,  reduciría la transmisión del virus. 

III. El escenario de “no hacer nada”

¿Qué pasa si no hacemos nada?

De acuerdo con los modelos estadístico aquí discutidos, se estiman 510,000 muertes en el Reino Unido y 2.2 millones de muertes en Estados Unidos. ¿Qué pasa si no hacemos nada? Pueden colapsar los sistemas de salud y puede haber un desabasto de camas para cuidado crítico en tan sólo semanas.

  • La mayor presencia de casos ocurriría aproximadamente a los 3 meses del inicio de COVID-19 y se estima que el 81% de la población se vería infectada por COVID-19.

¿Qué estrategia es más efectiva?

Al momento, la evidencia indica que la combinación de acciones y estrategias es lo más efectivo para combatir la epidemia por COVID-19.

Si se eligiera a la mitigación como estrategia para combatir COVID-19, lo ideal sería implementar una combinación de acciones de salud pública, incluyendo el aislamiento de casos infectados, la cuarentena en casa y el distanciamiento social de la población más vulnerable.

El tiempo idóneo de implementación de la mitigación es durante los 3 meses alrededor del pico de la epidemia.

Si se eligiera a la supresión, lo mejor sería implementar la combinación de acciones de salud pública que incluyan el aislamiento de casos, la cuarentena en casa y distanciamiento social de toda la población. El cierre de escuelas sólo es efectivo cuando se combina con estas acciones. Sin embargo, cuando se relajen las medidas se puede esperar un incremento de casos nuevamente.

Para la estrategia de supresión una acción temprana es importante. Las acciones preventivas deben estar en marcha antes de que el sistema de salud empiece a saturarse.

No hay que olvidar que las estrategias difieren en sus objetivos. La supresión se enfoca en reducir el número de contagios causando que los casos disminuyan y la mitigación se enfoca en retrasar la dispersión de la enfermedad.

Los modelos estadísticos indican que la estrategia de mitigación no es factible para evitar la sobrecarga a los sistemas de salud. Por ello la estrategia de supresión es la estrategia más viable para combatir a COVID-19 al momento, aun tomando en cuenta la posibilidad de fuertes repercusiones económicas. Se estima que la combinación de acciones de salud pública reduciría la demanda de servicios de salud pública por 2/3 y hasta la mitad de las muertes.

Recomendaciones para México

Comparado con nuestros países vecinos, México sólo ha cerrado escuelas y cancelado eventos masivos (Figura 7). También hay restaurantes operando con restricciones Sin embargo, los vuelos internacionales y nacionales se mantienen sin restricciones (auque hay vuelos cancelados y pasajeros varados por el cierre de fronteras en otros países). Estas medidas pudieran favorecer parcial y temporalmente la economía nacional. Sin embargo, de acuerdo con el Centre for Mathematical Modelling of Infectious Diseases COVID-19 working group, la restricción de vuelos puede contribuir a controlar la epidemia por COVID-19. 

Figura 7. Acciones preventivas en México, Canadá y los Estados Unidos

Fuente: Statista, 2020

Estrategias para lograrlo:

1) Transporte urbano: focos rojos de infección 

Es importante disminuir la exposición que tenemos al virus en los medios de transporte urbano. Es necesario que se faciliten cambios de horario en empresas e instituciones para evitar transportarse en horas de mayor demanda (horas pico) donde hay conglomeraciones. Todo transporte no esencial debe evitarse,, facilitando que la gente pueda trabajar desde casa.

2) Población vulnerable en resguardo prolongado: salvemos vidas

Una de las principales acciones que México debe llevar a cabo es promover y facilitar que nuestra población vulnerable, es decir, aquellos mayores de 60 años o que tienen cualquier enfermedad crónico-degenerativa, se queden en casa para no exponerse al COVID-19. En casas de la población vulnerable debe cuidarse que las personas y los objetos no acarreen el virus. Esta población debe utilizar servicios de entrega a domicilio y depender de familiares para que dejen, fuera de su casa, los medicamentos y alimentos necesarios. Estos productos y alimentos deben desinfectarse antes de entrar al hogar de personas vulnerables dejando fuera empaques y otros objetos que hayan podido tener contacto con el virus.

3) Alto a los vuelos internacionales

Es responsabilidad del gobierno disminuir la introducción de casos a México, así como intensificar el seguimiento de casos importados extremando medidas para que no infecten al resto de la población. Por ello se requiere un mayor número de personal y voluntarios que atiendan líneas telefónicas y servicios en línea para monitorear y guiar a casos potenciales.

4) Pruebas de diagnóstico

Debemos apoyar a nuestras instituciones científicas para que desarrollen pruebas más rápidas y eficaces para identificar casos infectados por COVID-19. Una vez que los casos identificados se curen y den negativo a las pruebas de COVID-19 pueden retornar al sector laboral y no ser un riesgo para la población vulnerable o aquellos que no han sido infectados. 

También se requieren pruebas que determinen la presencia de anticuerpos para así rastrear a personas que fueron infectadas por COVID-19 y ya no transmiten el virus a otros. 

India ya desarrolló su propio kit de diagnóstico y Singapur ya está utilizando kits de rastreo de anticuerpos. México también puede hacerlo. 

5) Apoyo a negocios y empresas

Una manera de disminuir el riesgo a exposición por COVID-19 y seguir apoyando nuestra economía local, es ordenando servicios y productos en línea. Es vital que estos establecimientos estén regulados y cumplan con normas de higiene. Los empleados que manipulen, almacenen, acomoden y entreguen a domicilio productos deben llevar equipo protector, tal como guantes, tapabocas y gafas para evitar la transmisión el virus. Además, deben de estar entrenados para mantener la distancia entre personas y cada día se debe monitorear su temperatura y síntomas para determinar si trabajan. Antes de introducir estos productos o alimentos al hogar, se debe sacar del empaque exterior y transferir de manera higiénica a contenedores limpios.

Las industrias en México pueden apoyar en la fabricación de equipo necesario para combatir COVID-19 como ventiladores, tapabocas y equipo protector para el personal de salud. 

La epidemia de la desinformación relacionada al nivel de educación

Existe una desinformación preocupante en la población. El nivel educativo es un factor que contribuye a la prevención de COVID-19.

En la población, la efectividad de las medidas preventivas de salud pública, pueden variar dependiendo de las características entre comunidades o sectores en la población. Aunque esta es una enfermedad que ataca a todo tipo de personas, un mayor nivel educacional pudiera favorecer la comprensión que se traduzca en acciones preventivas. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países con menor nivel educativo en su población. Estudios científicos indican que existe una asociación entre el nivel educativo y en seguir medidas preventivas de salud pública. Por ello es posible que el sector de la población con un menor nivel de educación no crea o siga las recomendaciones de prevención de Salud Pública. 

Figura 7. Nivel de educación en adultos en México y los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OECD) (% de adultos de 25-64 años)

FEs importante hacer llegar los mensajes de prevención de higiene y la importancia de distanciamiento social a la población de escasos recursos y en localidades que se encuentran expuestas a desinformación. 

¿Como hacer que los mensajes de prevención de COVID-19 llegue a toda la población?

Televisa y TV Azteca pueden apoyar con telenovelas y programas televisivos que informen a las personas vulnerables como pueden protegerse efectivamente de COVID-19 que también promuevan la actividad física y la salud mental.

La mejor estrategia será favoreciendo con apoyos, programas a las poblaciones más vulnerables para equiparlos con incentivos y herramientas para que puedan trabajar de casa.

Los supermercados se han convertido en focos rojos de infección

Los supermercados se han convertido en puntos rojos de posible contagio de COVID-19 y de pánico. En México existe un buen abastecimiento de alimentos en establecimientos alimentarios. La figura 8 muestra el abastecimiento de alimentos en el mundo según el Índice de Seguridad Alimentaria en el 2019 indicando que hay un abasto estable y hay suficientes alimentos para la población. Por ello debemos evitar compras de pánico ya que dañan nuestra salud, ponen en riesgo a la población al estar en mayor contacto físico y por ende más expuestos a contraer COVID-19. 

Figura 8. Abastecimiento actual de alimentos en el mundo

Población en riesgo de obesidad, diabetes y depresión

El aislamiento social y el resguardarse en casa son unas de las maneras más efectivas de protegerse contra COVID-19. Esto no significa que nos quedemos en casa a comer y estar sentados o acostados todo el tiempo. Mantener una rutina en casa propiciará la salud física y mental. Ya están disponibles guías de ejercicio gratuito para diferentes requerimientos físicos, visitas a museo gratuitas y plataformas en línea gratuitas para mantenerse en contacto con colegas, amistades y familia así como líneas gratuitas de apoyo psicológico. Estas aplicaciones también son útiles para hacer ejercicio en familia y con amistades o grupos virtuales en gimnasios. 

Hago un llamado a los gobiernos estatales para que transmitan clases gratuitas de diversos tipos de ejercicio y actividad física que la población entera puede llevar a cabo desde casa. Actuemos hoy para beneficiar a nuestra salud y prevenir consecuencias negativas a nuestra salud el día de mañana. 

Los peligros de la inmunidad de rebaño

La inmunidad de rebaño en contra de COVID-19 ocurre cuando un gran porcentaje de la población (por lo menos del 60-70%) ha sido infectado por COVID-19. Si este grupo de personas infectadas por COVID-19 logran recobrar su estado de salud pudieran ser capaces de generar anticuerpos los cuales, en teoría, protegerían a ese grupo de personas a que se vuelvan a infectar por COVID-19. Actualmente, la inmunidad de rebaño se ha manejado como parte de la estrategia de mitigación debido a la ausencia de una vacuna contra COVID-19. Sin embargo, existen varias posibles desventajas de esta estrategia:

  • Se desconoce aún si las personas que han sido infectadas por COVID-19 pueden reinfectarse. En China, algunos casos mostraron reinfección. Aún no se tiene suficiente información para determinar si las personas infectadas por COVID-19 desarrollan inmunidad hacia COVID-19.
  • El virus pudiera mutar y las personas afectadas por COVID-19 estarían sin defensas a la nueva versión del virus.
  • Se desconoce si existen secuelas por haber sido afectado por el virus. Por ejemplo pérdida de capacidad pulmonar para aquellos que desarrollen neumonía.
  • No protege completamente a la población con mayor riesgo de una enfermedad severa o la muerte por COVID-19, aumentando la tasa de mortalidad en el país.

Conclusión

Esperar demasiado tiempo para ejecutar las medidas que faciliten el distanciamiento social y eviten la transmisión comunitaria pudiera costar muy caro a la economía de México, llevando a un colapso de los sistemas de salud y, por ende, una mortalidad elevada por COVID-19.El Estado mexicano puede luchar contra esta epidemia mediante la combinación de acciones preventivas de salud pública. Intensifiquemos el aislamiento social y aseguremos que la población vulnerable esté en resguardo seguro, llevando a cabo estas medidas de manera efectiva ahorraremos tiempo, se desarrollarán acciones efectivas basadas en evidencia, y mantendremos el funcionamiento de los sistemas de salud controlando así la propagación de COVID-19. EP

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