Reformar el Estado es condición necesaria, pero no suficiente para que las mujeres qataríes participen en la vida política.
Texto de Carla Pascual 16/11/22
Reformar el Estado es condición necesaria, pero no suficiente para que las mujeres qataríes participen en la vida política.
Oh, hija de mi visir, que te ha perfumado la boca y ha puesto la elocuencia
En tu lengua y la inteligencia en tu cabeza.
—Las Mil y Una Noches
Durante el reinado del emir Hamad bin Khalifa Al Thani (1995-2013), Qatar reformó las instituciones de su Estado para otorgar igualdad de derechos políticos a hombres y a mujeres. La jequesa Moza, su segunda esposa y consorte, es la primera esposa de un emir de Qatar en ser vista en público y participó en la dirección del país. Ella es un ejemplo de liderazgo y de cómo lograr reformas. ¿Estas reformas y el ejemplo de la jequesa Moza han sido suficientes para incrementar la participación de la mujer en la política?
A continuación, primeramente, describo los antecedentes de esta líder. Luego, las reformas hechas y los resultados obtenidos en la participación política de las qataríes. Finalmente, explico las instituciones informales que inciden en ella.
Cuentan Las Mil y Una Noches que, luego de sufrir la infidelidad de su esposa, el rey Shahriar decide desposar a una virgen cada noche, poseerla y asesinarla al amanecer y evitar, así, que le fuera infiel y el sufrimiento que eso le causaría. Luego de tres años de esta práctica, su visir, asesor legal, encargado de llevarle a las vírgenes, no encuentra más vírgenes vivas ni manera de frenar al rey. Hasta que ve frente a él a su hija, Sherezada. Ella piensa un plan y, a pesar de la renuencia de su padre, lo convence de que la entregue al sultán.
Sherezada llega al palacio y le cuenta una historia al rey. Al llegar el amanecer, se detiene en un momento crítico y pide al sultán continuar por la noche. Él, sumergido en curiosidad, acepta. Y así transcurren mil y una noches de cuentos, historias y leyendas conocidas o creadas por Sherezada hasta que el rey admite sentirse cambiado y decide que ella siga viviendo en el palacio con él y los tres hijos que procrearon. Sherezada logró su objetivo de salvar la vida de todas las hijas de los musulmanes.
Ante la creciente riqueza derivada de la explotación del petróleo, en abril de 1963 la tribu Al Missed fundó el Frente de Unidad Nacional de Qatar. Demandó a la familia real, la tribu Al Thani, la reducción de los privilegios de la realeza, brindar seguridad social, permitir los sindicatos, así como la elección directa de consejos municipales. Luego de varios enfrentamientos en Doha que derivaron en el arresto de sus miembros, el Frente abandonó sus actividades en mayo. Nasser bin Abdullah Al Missned, uno de los miembros, fue liberado en mayo y se autoexilió con su tribu a Kuwait. Además, unas 5 mil personas huyeron del país.1 La tribu volvió en 1977 a Qatar para la boda de una de las hijas de Nasser con el heredero del trono,2, Hamad bin Khalifa Al Thani. Ella es Moza Al Missned. El matrimonio probablemente fue un movimiento político para evitar conflictos e, incluso, lograr reformas en Qatar.
Desde que el jeque Hamad ascendió al trono en 1995, la jequesa Moza ha logrado reformas sociales y políticas con conocimiento, inteligencia y asertividad, así como Sherezada logró el cambio.
La política tiene dos lados: el votar y ser votado. Durante el reinado de Hamad bin Khalifa Al Thani, Qatar se convirtió en 19973 en el primer país entre los miembros del CCEAG4 que reformó la ley para que las mujeres qataríes no solo pudieran votar, sino también ser electas por voto directo.
La constitución vigente se votó en referéndum constitucional el 29 de abril de 2003 y entró en vigor el 9 de abril del año siguiente. En su artículo 34 establece que los ciudadanos de Qatar serán iguales en derechos y en deberes.
En Qatar, se eligen por voto directo a los miembros del Consejo Central Municipal cada cuatro años. Está compuesto por 29 miembros y cada uno representa un municipio. Su mandato consiste en coadyuvar en el desarrollo del país en asuntos municipales.
En las primeras elecciones de la historia celebradas en 1999, Mouza al- Malki se postuló como concejal, la primera mujer en la historia en un país del CCEAG. En 2003, la abogada Sheikha Yousef Hasan al-Jufairi se convirtió en la primera mujer en ser electa por voto directo en algún país del CCEAG5 y fue reelecta por cinco periodos más, lo que muestra su capacidad y resultados. A raíz de sus gestiones, en su municipio, Aeropuerto, se construyeron más escuelas e instalaciones para que las mujeres se ejerciten en privacidad y promovió la instalación de guarderías en el lugar de trabajo, demandas expresadas por sus electoras. En 2015, más mujeres siguieron su ejemplo, cinco se postularon en las elecciones municipales y dos fueron electas.
¿Qué tanto han acudido las electoras a las urnas? En tres de cuatro elecciones municipales, su porcentaje de participación con respecto al padrón total ha sido igual o superior al porcentaje de los hombres, como muestra la gráfica 1:6
A nivel nacional, Qatar cuenta con la Asamblea Consultiva, equivalente a una cámara sujeta al ejecutivo, Majlis ash-Shura, encargada de redactar leyes, aprobar el presupuesto y solicitar comparencia a los ministros. Integrada por 45 miembros, 30 son electos por voto directo y 15 nombrados por el Emir. En 2017, el actual Emir Tamim bin Hamad al-Thani designó a cuatro mujeres, quienes se convirtieron en las primeras en formar parte de la Asamblea Consultiva.
En octubre de 2021, por primera vez se celebraron elecciones para que los qataríes eligieran por voto directo a los 30 miembros de la Asamblea Consultiva. De los 233 candidatos, 26 fueron mujeres y ninguna ganó. El Emir nombró a dos, la mitad de las que nombró cuatro años antes. Una de ellas es Sheikha Yousef Hasan al-Jufairi, mencionada arriba. La otra es Hamda bint Hassan al-Sulaiti, quien fue electa como vicevocera de la Asamblea Consultiva y tiene trayectoria en el sector educativo.
Si bien las electoras se están volcando a las urnas y cada vez más se postulan a puestos de elección popular, poquísimas son electas.
Muy pocas mujeres se postulan y casi ninguna es electa porque las instituciones informales y los valores patriarcales dominan la sociedad en Qatar. Estos son el Majlis, la segregación de género y las actitudes hacia los roles de género.
Majlis significa “consejo”. Es una reunión de personas y también una habitación en cada hogar. Por siglos y antes de que las ideas de democracia moderna llegaran a los árabes, el majlis existía. Existen los majlis tanto de hombres como de mujeres, pero los que dominan la vida pública son los de los hombres porque las mujeres han estado relegadas al hogar y sin visibilidad pública. Los majlis no son mixtos porque en Qatar prevalece una estricta segregación de género.
En el majlis, los hombres se han reunido desde siempre para hacer política: mediar entre grupos y tribus, atender asuntos de la comunidad y, más recientemente, para mediar entre el estado y la sociedad. Respecto a las elecciones legislativas, la autora Maryam Al-Hajri explica que “El majlis masculino fue un sitio electoral con mayor capacidad para movilizar y recaudar votos que el majlis doméstico femenino. Basado en este hecho social, es probable que los votantes de ambos géneros tendieron a apoyar a los candidatos hombres porque fueron percibidos como los mejores para transmitir la voz de sus votantes a las autoridades”7. La misma explicación seguramente aplica a los resultados de las elecciones municipales. Así, el mecanismo tradicional del majlis masculino sigue dominando la vida local.
Sheikha Yousef Hasan al-Jufairi sabe la importancia del majlis masculino. Así que, a pesar de la segregación de género, acudió al de su municipio con su cabellera y cuerpo cubiertos de negro con la sheila y la abaya, respectivamente. Ante decenas de hombres vestidos en su tradicional thobe blanca, hizo campaña a favor de su candidatura en el marco de las elecciones municipales del año 2014.8 Fue la primera mujer en Qatar en realizar un acto proselitista en un majlis masculino.
Respecto a las actitudes hacia los roles de género, enraizadas en el patriarcado, fueron capturadas por la siguiente encuesta. La tabla 1 incluye la elección que obtuvo mayor porcentaje, tanto en hombres como en mujeres, a cada afirmación relativa a la participación política de las mujeres en una escala de cinco: muy en desacuerdo, algo en desacuerdo, neutral, algo de acuerdo y muy de acuerdo.
Las mujeres son menos tradicionales que los hombres en su actitud hacia los roles de género. Aunque ambos coinciden respecto a que están muy de acuerdo en que las qataríes deberían consultar a sus esposos cuando voten en elecciones. Esta respuesta muestra que las mujeres creen en su subordinación al hombre. 27% de ellas manifestó estar muy en desacuerdo con dicha afirmación. Además, la edad de los encuestados no incide en los resultados mostrados en la tabla 1 y éstos “no apoyan la noción de que las generaciones más jóvenes apoyan nuevos roles para las mujeres”.9
Conclusión
La participación política de las mujeres qataríes se ha ampliado a través de reformas y del ejemplo de la jequesa Moza y de otras mujeres. Se puede concluir que:
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