Let the Laces Decide

Traducción de Thaïs Donald At the edge of my visual fishbowl a melted computer whines and whispers. An intrusive neon bulb shimmers indistinctly above an arrow of desk aimed at my heel. My shoes resting on the table droop their knotted laces into the momentary center of my world. Room and body radiate away in […]

Texto de 22/11/17

Traducción de Thaïs Donald At the edge of my visual fishbowl a melted computer whines and whispers. An intrusive neon bulb shimmers indistinctly above an arrow of desk aimed at my heel. My shoes resting on the table droop their knotted laces into the momentary center of my world. Room and body radiate away in […]

Tiempo de lectura: 2 minutos

Traducción de Thaïs Donald

Let the Laces Decide  

At the edge of my visual fishbowl

a melted computer

whines and whispers.

An intrusive neon bulb

shimmers indistinctly above

an arrow of desk aimed at my heel.

My shoes resting on the table

droop their knotted laces

into the momentary center of my world.

Room and body radiate away in warm brown rings,

books conspire in coves,

slightly out of focus, murmuring in groups,

perched like gannets on a cliff,

ready to soar out

and pick over my mind.

What do they want with me?

Should I shoot them down in midflight,

or should I lay down my arms

and welcome the invasion

of other, possibly dangerous

minds? I waffle.

Perhaps I should hire a diviner

to read the knotted entrails of my shoes,

and let the laces decide.

***

Que las trenzas decidan

Al margen de la pecera donde me encuentro,

una computadora derretida

refunfuña y susurra.

Un bulbo de neón entrometido

centellea indistinto sobre una astilla de escritorio

que enfila hacia mi tacón.

Reposando sobre la mesa,

mis zapatos dejan caer sus trenzas enlazadas

en el efímero centro de mi mundo.

La estancia y el cuerpo se disuelven en turbias ondas cálidas,

los libros conspiran en caletas,

un poco fuera de foco, cuchicheando en grupos,

empinados, como alcatraces en un acantilado,

listos a remontarse

y escudriñar mi seso.

¿Qué es lo que quieren conmigo?

¿Me convendría derribarlos en medio vuelo?

¿O dejar a un lado mis defensas

y acoger la invasión

de otras mentes acaso peligrosas?

Vacilo.

Tal vez debería contratar a un agorero,

que lea las ceñidas entrañas de mis zapatos

y que las trenzas decidan. EP

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Este poema apareció publicado en el libro A Mind So Rare: The Evolution of Human Consciousness (W. W. Norton & Company, New York / London, 2001), de Merlin Donald. Agradecemos al autor su autorización para reproducirlo en nuestras páginas.

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Merlin Donald es doctor en Neuropsicología por la McGill University en Montreal, Quebec. Fue profesor y director del Departamento de Psicología de la Queen’s University en Kingston, Ontario, y director/fundador del Departamento de Ciencias Cognitivas de la Case Western Reserve University en Cleveland, Ohio.

Thaïs Donald fue editora de Norte/Sur, de la Asociación Canadiense de Estudios Latinoamericanos. Estableció una compañía que dio servicios de traducción e interpretación en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 y que por 30 años hizo traducción para el gobierno federal de Canadá, varios gobiernos y organismos provinciales y diversas instituciones públicas y privadas.

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