De la tragedia al humor hay un solo paso

Seis grados de separación es el blog de Sylvia Aguilar-Zéleny y forma parte de los Blogs EP.

Texto de 05/04/21

Seis grados de separación es el blog de Sylvia Aguilar-Zéleny y forma parte de los Blogs EP.

Tiempo de lectura: 5 minutos

En 2014 mi madre murió de cáncer. Un año antes habían muerto mi hermano y el padre de mi pareja, este último, justo, el día de su cumpleaños. Dos años después los médicos descubrieron que mi sobrina de 20 años tenía una de las más extrañas formas de leucemia, murió meses después. A veces creo que, si yo contara todo esto así de corrido en un grupo de terapia, o en la farmacia, nadie me creería. Y es que además me es imposible contarlo con seriedad. Creo que cuando hago este recuento al final digo: “Fuera de esto todo bien, ¿y tú?”

Y es que si algo he aprendido de Tig Notaro es que toda tragedia esconde su humor; Live, el stand-up más famoso de esta comediante le arrebató el número uno en ventas a ese disco de Kiss que vendió 75 millones de copias. En Live, Notaro observa las diversas tragedias de su vida como una gran broma. Inicia diciendo: “Buenas noches. Hola. Tengo cáncer”. Mi stand-up iniciaría con: “Buenas noches. Hola. Cinco personas de mi familia han muerto en los últimos seis años de mi vida”.

Ese diagnóstico de cáncer fue para Notaro la culminación de una larga serie de eventos trágicos que ocurrieron durante un período muy corto de tiempo en 2012: se enfermó de algo rarísimo, una relación amorosa se acabó y murió su madre. La comediante, en vez de retirarse o guardar el tema para sí, admitió que necesitaba no solo reconocer lo que estaba pasando, sino compartirlo porque como ella misma explica: “Engañar a la muerte me hace más abierta a celebrar cosas cotidianas y aniversarios, cumpleaños, cualquier momento de celebración”.

“Engañar a la muerte me hace más abierta a celebrar cosas cotidianas y aniversarios, cumpleaños, cualquier momento de celebración”.

De todas esas muertes que he relatado, sólo asistí a un funeral (y eso seguramente es tema de otro blog). Ni siquiera creo que haya sido un funeral como tal. Recogimos las cenizas de mi madre, mi otro hermano tuvo la idea de llevarla al Cerro de la Campana, lugar icónico en Hermosillo, y mostrarle la ciudad. De pronto, ¿él o yo? Recordamos la escena del Big Lebowski cuando al querer tirar las cenizas del amigo muerto, todos quedan bañados en ese polvo de vida. No podíamos dejar de reír. En la iglesia, menos de una hora después, aprendí que no solo soy torpísima para dar el pésame, también para recibirlo. No sé a cuántas personas les dije: “Igualmente”.

“No podíamos dejar de reír. En la iglesia, menos de una hora después, aprendí que no solo soy torpísima para dar el pésame, también para recibirlo. No sé a cuántas personas les dije: “Igualmente”.”

Esa misma noche, tras la misa, mi papá se quitó su camisa, se puso una camiseta negra y mi hijo y mi sobrino le dijeron que parecía chopper. Unos instantes después ya le estaba tatuando los brazos y amarrándole un pañuelo en la cabeza. Nos reímos más solo de imaginar lo que mi madre diría al respecto: “Ay, Simpatías”, la voz de mi mamá nowhere to be found. Así, con su nuevo outfit de viudo badass me dijo: “Oye, si quieres, agarra unas pocas de cenizas para ti y llévale otras pocas a tu hermana”. Puñitos de mamá, pensé. No me llevé las cenizas, por supuesto.

La mamá de Tig Notaro se tropezó y se golpeó en la cabeza, se sentó a ver la tele tras el golpe, luego se fue a la cama sin saber que tenía una inflamación cerebral. Murió eventualmente en el hospital. Semanas tras su muerte, mientras Notaro, su hermano y su padrastro separaban sus efectos personales para donarlos, llegó una encuesta del hospital a nombre de su madre. Querían que ella evaluara sus servicios. Dudo que una mujer muerta pueda ponerle cinco estrellas al servicio médico que recibió, haya sido este bueno o no. Esto también lo comparte en su show. Puñitos de mamá.

El humor en la tragedia es constante en los performances de Tig Notaro, he aquí uno de mis clips favoritos:

A FIRE TRUCK: https://www.nhpr.org/post/tig-notaro-comedy-meets-tragedy#stream/0

En el caso de mi familia, como ya lo he dicho, no engañamos a la muerte, pues siguió con su rastreo serial. En 2019 mi pareja contrajo una enfermedad rarísima: Púrpura trombocitopénica inmune que se sumaba al lupus sistémico que ya tenía. Se recuperó, pero finalmente murió a principios de 2020 de un infarto cerebral. Aunque ya no estábamos juntos, me tocó estar ahí hasta el final. Cuando fui a hacer los arreglos en la funeraria, el gerente me preguntó si iba a querer el carro con el altavoz. No entendí a qué se refería. “Sí, Doña. El carro con el altavoz gritando que el finado ya es finado”. Intercambié miradas con mi hijo, no podía creer lo que estaba oyendo. Recordé el canto ese de “Se compran colchones, tambores, refrigeradores, microondas, estufas, lavadoras o algo de fierro viejo que vendan” y tuve que agacharme para cubrir mi tonta risa.

Luego llegó la pandemia. Esto no tiene chiste, pero seguro ya existe una canción que habla al respecto.

No imagino lo que ha sido para muchos perder a sus seres querides, amigues, o compañeres cercanes por COVID, pero tengo una buena idea de lo que significa vivir un duelo que es muchos en completo encierro.

Conocí UNHhhh, el programa de YouTube de Trixxie Mattel y de Katya, a través de mi amiga Isabel. Buscábamos un momento de ocio tras horas de trabajar juntas. El ocio se volvió en binge-watch y, al otro día, ya estábamos viendo Moving Parts el documental sobre Trixxie o, más bien, sobre el creador de este personaje drag, Brian Firkus. Este actor cuenta que con demasiada frecuencia la gente se le acerca diciéndole que ha sido un modelo para su vida, que su existencia, su programa o su valentía han sido los que les han ayudado en momentos difíciles. Abuso, depresión, suicidio, son sólo algunas de las cosas que Firkus, caracterizando a Trixxie, ha tenido que escuchar. Porque su vida personal es del dominio público y en su salir adelante, otres han encontrado la manera de hacerlo.

Moving parts: https://www.youtube.com/watch?v=g9rUUsnWIDo

Las actuaciones de Trixxie, tanto en UNhhh como en sus shows a lo largo y ancho de Estados Unidos, tienen algo de dulceamargo. Y muchísimo colmillo: https://www.buzzfeed.com/sam_cleal/here-are-the-funniest-moments-from-the-trixie-and-katya

“Solía decirle a mi mamá que, si me hubiera comprado una Barbie cuando era niño, en este momento trabajaría en bienes raíces”. Firkus dice que cada una de sus bromas son en realidad un grito de auxilio. El actor nació en Milwaukee, es mitad Ojibwe y tenía un padrastro abusivo que lo llamaba “Trixie” cuando de eran niño Brian actuaba de forma femenina.

Darle la vuelta a la tragedia con humor.

“…he perdido muchísimo, pero no todo.”

He escrito en varios textos esta escena que imagino graciosísima y no: Estoy en el aeropuerto de Vancouver, Canadá. Sostengo en mis manos una bolsa o un recipiente con cenizas. El oficial de migración me pregunta “¿Qué lleva ahí?” Yo, tranquila, le contesto: “Las cenizas de mi madre, para mi hermana”. El oficial abre la bolsa o el recipiente que he decidido narrar, moja un dedo con su lengua y antes de probar el contenido inquiere: “¿Su mamá era dulce?”.

Lo sé muy bien, no soy Tig Notaro, ni Trixxie Mattel, he perdido muchísimo, pero no todo. Y también le rasco y rasco a la tragedia su humor, no para sobrevivir, sino para bienvivir. EP

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