Recomendaciones y reseñas

RECOMENDACIONES Este manual de historiografía ya clásico apareció por primera vez en 1973. Ahora, Álvaro Matute publica una nueva edición, corregida y aumentada, a la que añade además el trabajo de otros cinco autores: Antonio Gómez Robledo, Alberto T. Arai, Alfonso Reyes, Luis Abad Carretero y Adolfo Sánchez Vázquez. El repertorio de estudiosos está formado por aquellos […]

Texto de & 22/01/16

RECOMENDACIONES Este manual de historiografía ya clásico apareció por primera vez en 1973. Ahora, Álvaro Matute publica una nueva edición, corregida y aumentada, a la que añade además el trabajo de otros cinco autores: Antonio Gómez Robledo, Alberto T. Arai, Alfonso Reyes, Luis Abad Carretero y Adolfo Sánchez Vázquez. El repertorio de estudiosos está formado por aquellos […]

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RECOMENDACIONES

Este manual de historiografía ya clásico apareció por primera vez en 1973. Ahora, Álvaro Matute publica una nueva edición, corregida y aumentada, a la que añade además el trabajo de otros cinco autores: Antonio Gómez Robledo, Alberto T. Arai, Alfonso Reyes, Luis Abad Carretero y Adolfo Sánchez Vázquez. El repertorio de estudiosos está formado por aquellos que son “representativos del quehacer reflexivo sobre la historia, que afortunadamente no es escaso en el medio mexicano”. Matute considera que dos de los trabajos incluidos son piezas maestras de la teoría de la historia mexicana: “Historia y vida”, de Edmundo O’Gorman, y “Notas sobre la historiografía”, de José Gaos. El libro abarca el periodo de 1940 a 1968, “momento historicista por excelencia” en el que se produjeron reflexiones de alto nivel y gran impacto en el medio mexicano.

Redacción Este País 

Francia, año 2022 —¡a la vuelta de la esquina!—, elecciones presidenciales. ¿Quién las gana? Mohammed Ben Abbes, el candidato de un partido político musulmán “moderado”, la Fraternidad Musulmana, que derrota en las urnas, con el apoyo de la izquierda y la derecha, a la candidata del Frente Nacional. ¿Consecuencia? Francia —personificada por François, el solitario y desencantado profesor de literatura— transita lenta pero al parecer inevitablemente del mundo cristiano al musulmán en un proceso de sumisión al que no se le opone mucha resistencia. O lo que es todavía más perturbador, ¿será que no es sumisión sino la búsqueda de un sentido que el cristianismo ya no es capaz de dar? Al final, que para muchos supone un principio, François, como muchos otros, termina pronunciando las palabras “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta”. La lectura de Sumisión resulta, sobre todo en estos momentos, una experiencia fascinante que nos plantea la pregunta: ¿será posible?

Arturo Damm Arnal 

En esta obra ensayística, Héctor Iván González se dio a la tarea de estudiar a los autores que le interesan. En el recorrido que hace por el trabajo de figuras como Octavio Paz, analiza los elementos más destacados de sus obras, pero se acerca también a la personalidad de los creadores. González declara que tuvo que poner por escrito qué representa un trabajo como el de Fernando del Paso en nuestros días, pues constituye “un mural fenomenal por el que se puede conocer a México y su historia a fondo”. Más adelante habla de Nellie Campobello; cree justo iniciar una discusión acerca de su valor e importancia en la cultura mexicana. Pero el autor no se ocupa solamente de las letras mexicanas, también dedica textos a la literatura argentina, “una de las más contrastantes, renovadas y anfibias que se pueda encontrar en la lengua española”, a los franceses Pierre Michon y Charles Baudelaire, al estadounidense William Faulkner y al italiano Dante Alighieri, entre otros. De la narrativa y la poesía a la novela y el ensayo, Héctor Iván González se explica el mundo con y desde las letras.

Redacción Este País

RESEÑA

En su más reciente libro, Federico Reyes Heroles se refiere a su padre, el político y escritor mexicano Jesús Reyes Heroles. Se trata de páginas de nostalgia y recuento, una razonable forma de organizar la memoria. El Eclesiastés dice que hay instantes “para nacer y morir, para llorar y sonreír”. Componen estos actos un columpio de flujos y reflujos que suspenden lo cotidiano y aportan la indispensable perspectiva. En Orfandad, Federico Reyes Heroles nos ofrece instantes entrañables de la relación con su padre, notable personaje de la historia reciente de México que admiró el arte, la belleza y la sabiduría como forma de vida, y la teoría política con la mente de un académico, profesor universitario y funcionario público. Personaje, además, que poseía otros tres sentidos: el de la realidad, el de la posibilidad y el del humor. Como funcionario, Reyes Heroles padre se distinguió por su claridad política, basada en dos certidumbres ancladas en la memoria y la realidad: el liberalismo político —respetaba y defendía las libertades individuales— y el Estado como regulador y promotor del desarrollo económico y social, equilibrio necesario que exige talento, acción y prudencia; realismo que ahora es revalorado en el mundo, tras la desregulación de los mercados —de consecuencias desestabilizadoras— y los fracasos de las políticas de consolidación fiscal, presas de un fundamentalismo que ha creado víctimas inocentes. La fructífera experiencia de Jesús Reyes Heroles como político y administrador público en puestos importantes —dirigente del PRI, director de Pemex, director del imss, director del Complejo Industrial de Ciudad Sahagún, secretario de Gobernación y secretario de Educación Pública— se tradujo en valiosas aportaciones al país. Una de ellas fue la reforma política que reorganizó el sistema electoral e incorporó fuerzas políticas que estaban marginadas, con lo que se avanzó democráticamente. Otra más fue la descentralización educativa, un proceso transformador que mejoró la cobertura y calidad de la enseñanza pública. Cuando don Jesús tenía desacuerdos políticos con sus jefes (presidentes de México), renunciaba con dignidad, a diferencia de otros funcionarios que prefieren acomodarse sobre la cínica base de que la política es el arte de hacerse lugar. Cuando ocurrían esas distancias del poder, su familia se beneficiaba disfrutando de su compañía. Reyes Heroles recreaba la mesura del tiempo para secar las redes. Ese distanciamiento también le permitía continuar con su trabajo intelectual y escribir libros que serían fundamentales para entender el país, entre ellos El liberalismo mexicano. Sus obras completas están editadas por el Fondo de Cultura Económica. Jesús Reyes Heroles fue una figura fundamental para la política mexicana. A sus méritos profesionales se suma su honradez. La lectura del libro que escribió su hijo aporta una justa y cálida semblanza frente al lugar común de que lo único que queda de la vida es el olvido. Por su calidad narrativa y por el retrato que hace de un personaje de importancia histórica, esta es una obra de gran valor.  

Sergio Mota

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