Tiempo de lectura: 8 minutos
Las corporaciones multinacionales juegan un papel importante en los sectores económico y político del mundo, controlan miles de millones de dólares. Algunas de ellas son mucho más ricas que los mismos países y eso las hace todavía más poderosas a la hora de tomar decisiones. De todo este sector, podemos destacar la industria de la moda o, más específicamente, la industria de la confección. Con el auge de la globalización, se produjo un nuevo fenómeno en esta industria: la “moda rápida” o fast fashion. Este tipo de moda surge debido a que las compañías de ropa trasladaron su producción al extranjero donde hay mano de obra más barata y regulaciones laxas que dañan al entorno, lo que permite que el costo de la ropa cayera dramáticamente.
Es importante resaltar que
la característica definitoria de este fenómeno es que emerge de las tendencias
del momento y, así, cambia y se adapta constantemente, por lo que las personas
de diferentes estilos se convierten en consumidores. La moda rápida es un
método de venta minorista que constantemente presenta nuevos inventarios
durante todo el año y tiene un precio mucho más bajo que las marcas de diseño y
la alta costura. El mercado de la moda rápida tiene mucha competencia no sólo
entre los minoristas sino también dentro de las empresas individuales, lo cual
es un problema principal en la forma en que los grandes nombres de la industria
compiten entre sí y afectan a los trabajadores.
Además,
se sabe que, en este modelo, cada minorista tiene diferentes redes que vinculan
partes de la empresa con el producto (cadena de suministro), por lo que el
tiempo que tarda un producto en pasar por toda la cadena incluyendo el ser
comprado se conoce como “tiempo de entrega”. Este concepto que es crucial para
la moda rápida. El fast fashion es un
término y fenómeno reciente porque. antes sólo se podía obtener contenido de
alta moda a un alto costo. Hoy en día, las tendencias están cambiando
constantemente y los minoristas de moda rápida como Topshop, Forever 21, Gap,
H&M y Zara son las más beneficiadas por la velocidad de su cadena de
suministro.
Estas
empresas afectan directa e indirectamente los Derechos Humanos y su
cumplimiento como el caso del colapso de Rana Plaza en Daca, la capital de
Bangladesh en 2013. Se sabe que
los minoristas y las marcas mundiales a menudo eligen hacerse de la vista gorda ante las violaciones de los
Derechos Humanos que ocurren en sus cadenas de suministro, ya que la
explotación de mano de obra barata se acepta como una práctica común en los
países en desarrollo. A pesar de que los niveles de pobreza se han reducido en
muchas partes del mundo, pero éste se está volviendo cada vez más desigual. Según lo declarado por la Organización Mundial de Comercio (OMC) de ese año:
“Hoy en día, la ropa y los textiles se encuentran entre las industrias más
grandes con exportaciones totales de $766 mil millones en 2013. La industria
aumentó en un 8 por ciento en 2013, que es cuatro veces mayor que el
crecimiento promedio de las exportaciones mundiales” (OMC 2014, 58). Y, en 2013, entre las veinte personas más ricas del
mundo estaban los líderes de la dos grandes marcas de moda: el presidente
fundador de Inditex, Amancio Ortega, con un patrimonio neto de $ 64 mil
millones y el principal accionista de H&M, Stefan Persson, con $ 34,4 mil
millones (Forbes 2014).
Debemos
recordar que las empresas están obligadas a respetar los Derechos Humanos, debido
a ciertas reglas establecidas por la comunidad internacional: “La responsabilidad
de respetar los Derechos Humanos es un estándar global de conducta esperada
para todas las empresas comerciales dondequiera que operen (…) Las empresas
comerciales pueden asumir otros compromisos o actividades para apoyar y
promover los Derechos Humanos, que pueden contribuir al disfrute de los
derechos. Pero esto no compensa la falta de respeto de los Derechos Humanos en
todas sus operaciones.” (Naciones Unidas, 2011, p. 13).” Los Derechos Humanos
son un área que toda empresa debe tener en cuenta para sus operaciones, no sólo
por la regulación internacional, sino también por mantener el apoyo y la
aprobación de la población.
Hace una década, Bangladesh se había convertido en
el segundo mayor exportador de prendas de vestir del mundo como resultado de
las políticas comerciales liberalizadas que atrajeron la inversión extranjera a
gran escala. La creciente industria ha proporcionado al país el capital
necesario para frenar las tasas de pobreza angustiantes al dar empleo a
millones de mujeres jóvenes de zonas rurales, mientras que los minoristas
internacionales de indumentaria han obtenido acceso a mano de obra barata y
poco calificada, prácticamente ilimitada, ideal para la producción rápida de artículos
de moda. Sin embargo, es una consecuencia poco sorprendente que muchos Derechos
Humanos fundamentales, reconocidos tanto en el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos como establecidos en la legislación nacional de Bangladesh, se
hayan aplicado de manera inadecuada para no interferir con la industria
enormemente rentable.
En ese entonces, Bangladesh era el octavo país más
poblado del mundo con una población estimada de 162 millones de personas. El PIB per
cápita de fue de $ 2,948 en 2013, el segundo más bajo en el sur de Asia
después de Nepal y un poco más alto que muchos países en el África
subsahariana. Aproximadamente el 31.5% de sus poblaciones vivía por debajo del
umbral de pobreza con $1.25 dólares al día. Y alrededor del 41% de la población
de 15 años y más eran analfabetos (Banco Mundial 2013). No obstante, como país
independiente, Bangladesh tenía sólo cuatro décadas. Inicialmente, fue
una de las adquisiciones clave del Imperio Británico a mediados del siglo dieciocho,
luego de lo cual fue anexado al nuevo país de Pakistán en 1947. Su exclusión
política y financiera del centro del país en Occidente creó un sensación de
desigualdad y extrañamiento, que condujo a una guerra de liberación en 1971 que
se ganó con la India como aliada. El nuevo país era muy pobre e inestable, y
una hambruna a nivel nacional en 1974 fue exacerbada por una inundación que
mató a 1,5 millones de personas y empeoró la crisis ya existente (Lewis 2011,
73-74).
Además, en
el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional de
2014, Bangladesh fue clasificado como el 145º país más corrupto del total de
175. En la publicación del informe, el presidente de Transparencia
Internacional, José Ugaz, explicó cómo los gobiernos de las economías de rápido
crecimiento que se niegan a ser transparente y tolerar la corrupción,
construyen una cultura de impunidad en la que prospera la corrupción.
(Transparencia 2014).
Aunque Bangladesh ha establecido algunas leyes
comparables a las normas internacionales, la aplicación es generalmente débil
debido a la mala gobernanza y la corrupción. La corrupción es más común en el
sistema judicial del país, aunque es frecuente en muchos sectores, como la
educación y el servicio de salud. (Transparencia 2012, 2, 6-7)
La industria de la confección en Bangladesh había
crecido hasta convertirse en la columna vertebral de la economía del país. A
principios de la década de 1980, las exportaciones en la industria eran de 31.5 millones, lo que representaba el 4% de
las exportaciones totales de Bangladesh. Luego empleó aproximadamente a 150 millones de personas. Entre
2013 y 2014, la industria de la confección exportaba casi $ 24.5 mil millones,
lo que representaba más del 80% de los ingresos de exportación del país y
emplea a más de 4 millones de trabajadores. Alrededor del 60% de estas
exportaciones iban a la Unión Europea, el 21% a los Estados Unidos y el 4% a
Canadá (BGMEA 2015).
El accidente de Rana Plaza, así como el incidente del
incendio de Tazreen, fueron dos eventos que tuvieron lugar en Bangladesh, y más
específicamente en las fábricas de ropa, el edificio llamado Rana Plaza fue de nueve
pisos y empleó a unas cinco mil personas,. Los primeros tres pisos del edificio
contenían alrededor de 300 tiendas y el banco, y las cinco fábricas estaban en
los pisos superiores, y el noveno piso estaba en construcción. Estas fábricas
habían estado fabricando ropa para 28 minoristas de Canadá, Italia, Irlanda,
España, el Reino Unido y los Estados Unidos. El edificio era propiedad de Sohel
Rana, uno de los principales miembros del partido político gobernante de
Bangladesh: la Liga Awami (BDnews24, 2013). El edificio se derrumbó el 24 de
abril de 2013, con una tasa de mortalidad de 1,129 vidas y aproximadamente 2,512
heridos (Alam y Hossain, 2013; Butler, 2013). A las pocas horas del colapso,
las Naciones Unidas ofrecieron enviar equipos expertos de rescate con perros,
cámaras y otros equipos al sitio, pero esta oferta fue rechazada por las
autoridades gubernamentales. También se rechazaron ofertas similares de
asistencia internacional de búsqueda y rescate, incluida una oferta formal para
enviar un equipo de especialistas de Gran Bretaña (Nelson, 2013). Aunque los
rescatistas locales proporcionaron comida, agua y oxígeno a los atrapados e
hicieron todo lo posible para rescatarlos; la lenta velocidad de la operación
de rescate debido a la falta de capacitación, herramientas y equipos necesarios
empeoró las condiciones. Los familiares de las víctimas expresaron su enojo por
la baja velocidad e intentaron participar en la operación de rescate quitando
los escombros con sus propias manos.
El público en general y las diferentes organizaciones respondieron y
aportaron efectivo, alimentos, medicamentos y equipos, de acuerdo con su
capacidad (Mustafa, 2013). Por otro lado, el incendio de Tazreen Fashions
Limited tuvo lugar en una fábrica establecida en 2010, la cual empleba a 1,500
trabajadores. El 24 de noviembre de 2012, se produjo un incendio en la fábrica
mientras se verificó su funcionamiento. A pesar de que el número total de
personas que murieron y resultaron heridas no puede estar en los informes
inconsistentes de los periodistas y los medios de comunicación, los
investigadores estimaron que fueron de 111 a 124 muertes y de 200 a 300
personas heridas (Ahmed, 2012; Bergman y Rashid, 2012; AMRC – Asia Monitor
Resource Center, 2013; Ross, 2013; Zaman et al., 2013; BBC, 2013).
Después de estos eventos, se abrieron los casos y la investigación de las
diversas violaciones de derechos humanos de las personas que trabajan en estas
fábricas. En primer lugar, los derechos fundamentales del trabajador, que tiene
derecho a la libertad de asociación, en otras palabras, los trabajadores de
estas fábricas no tenían un seguro en el que pudieran confiar, y las grandes
marcas, incluido Inditex, no tenían la responsabilidad legal de estar obligados
a pagar por su atención médica.
Los sindicatos lo llamaron un “homicidio industrial masivo”. El enojo que causó el evento obligó a las marcas y
minoristas a actuar. La lista completa de empresas que adquirían ropa del
edificio sigue sin estar clara, pero anteriormente había incluido a Primark,
Matalan y otras. Aproximadamente 250 empresas firmaron dos iniciativas, el
Acuerdo sobre seguridad contra incendios y edificios en Bangladesh y la Alianza
para la seguridad de los trabajadores, que es menos restrictiva. Ambos fueron
diseñados para mejorar la seguridad drásticamente en más de 2,000 que
suministran a marcas occidentales..
Sin embargo, el progreso es menos notorio para la mano de obra. Hasta hoy,miles de trabajadores más siguen trabajando en
talleres de subcontratación. Se desconoce cuántas personas emplean estos
talleres y en qué condiciones. La actividad sindical, que aumentó en los tres
años posteriores a Rana Plaza, se está desacelerando. El año pasado, el número
de nuevos sindicatos registrados cayó a los niveles más bajos desde antes del
desastre.
Estos
trabajadores han luchado por aumentos en el salario mínimo legal de su país, y en
noviembre de 2013, el gobierno votó para
aumentar el salario mínimo mensual en la industria de la confección: de 3,000
takas ($35 dólares aproximadamente) a 5,300 ($63 USD). Sin embargo, como la
inflación fue del 7.5% en 2013, el aumento salarial ha sido de hecho menor en
términos reales debido a un aumento en los costos de vida. Bangladesh sigue
ocupando uno de los lugares principales entre los países con menor salario
mínimo.
Inicialmente, el incendio de la Fábrica Tazreen había sido la promesa de un cambio debido a que el gobierno hizo responsables a los culpables del accidente. Después de catorce meses sin pasar por el proceso legal, en febrero del año 2014, el propietario de la fábrica, Delwar Hossain, fue detenido y acusado de muerte por negligencia de las víctimas. Sin embargo, en agosto del mismo año, 1,600 de sus trabajadores de la fábrica lo liberaron bajo fianza debido a una huelga de hambre porque no se les había pagado. En el caso de Rana Plaza, doce personas fueron arrestadas después del accidente, incluidos 2 de los propietarios de la fábrica y 2 ingenieros.
Para 2015 todos los implicados habían sido liberados bajo fianza, excepto el propietario del edificio Sohel Rana (Benar News, 2015). EP
Referencias
- Business & Human Rights Resource Centre 2012. University of Wisconsin
Files Breach of Contract Claim against Adidas Alleging Company “Failed to
Comply With Anti-sweatshop Provisions”. Disponible en: http://business-humanrights.org/en/university-of-wisconsin-files-breach-
of-contract-claim-against-adidas-alleging-company-failed-to-comply-with-anti-sweatshop-
provisions
- Business Social Compliance Initiative 2011. Annual Report 2011. Towards
Improved Working Conditions in Factories and Farms Worldwide. URL:
http://www.bsci- intl.org/resources/annual-report-bsci Accessed: 14 April 2015
- Business Social Compliance Initiative 2013. Statement on the Rana Plaza
Building Col- lapse in Bangladesh.Disponible en:
http://www.bsci-intl.org/news-events/statement-rana-plaza-
building-collapse-bangladesh
- Forbes. 2014. Forbes Billionaires. Full List of the World’s 500 Richest
People. Disponible en: http://www.forbes.com/sites/abrambrown/2014/03/03/forbes-billionaires-full-list-of-the-
worlds-500-richest-people/
- Inditex 2011. Annual Report 2011. Economic, Social and Environmental
Performance. Disponible en: http://www.inditex.com/documents/10279/18789/Grupo_INDITEX_Annual-Report-
Inditex-2011.pdf/1d9158ad-dcbe-4ee7-b11e-6be2284e7645
- Lewis, D. 2011. Bangladesh. Politics,
Economy and Civil Society. Cambridge University Press. New York.
- Transparency International 2012. Overview of Corruption within the Justice
Sector and Law Enforcement Agencies in Bangladesh. Disponible en: http://www.transparency.org/files/content/corruptionqas/316_Judiciary_and_law_enforcem
ent_Bangaldesh.pdf
- Transparency International 2014. Corruption Perceptions Index 2014: Clean
Growth At Risk. Disponible en: https://www.transparency.org/cpi2014/press
- United Nations 2010. Rethinking Poverty. Report on the World Social
Situation. Disponible en: http://www.un.org/esa/socdev/rwss/docs/2010/fullreport.pdf.
- United Nations. The Universal Declaration of Human Rights. Disponible en:
http://www.un.org/en/documents/udhr/
- United Nations 2015. United Nations Treaty Collections. 8 . Convention on
the Elimination of All Forms of Discrimination against Women. Disponible en:
https://treaties.un.org/pages/viewdetails.aspx?src=treaty&mtdsg_no=iv-
8&chapter=4&lang=en#EndDec
- World Bank 2013. Bangladesh. Disponible en:
http://data.worldbank.org/country/bangladesh A
- World Bank 2013. Bangladesh. Bolstering Economic Growth to Reduce Poverty. Disponible
en: http://www.worldbank.org/en/results/2013/04/15/bangladesh-bolstering-economic-growth-
to-reduce-poverty
- World Bank 2013. GDP per capita, PPP (current international $). Disponible
en: http://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.PCAP.PP.CD
- World Trade Organization. 2014. World Trade Organization International
Trade Statistics 2014. Disponible en:
https://www.wto.org/english/res_e/statis_e/its2014_e/its2014_e.pdf
Este País se fundó en 1991 con el propósito de analizar la realidad política, económica, social y cultural de México, desde un punto de vista plural e independiente. Entonces el país se abría a la democracia y a la libertad en los medios.
Con el inicio de la pandemia,
Este País se volvió un medio 100% digital: todos nuestros contenidos se volvieron libres y abiertos.
Actualmente, México enfrenta retos urgentes que necesitan abordarse en un marco de libertades y respeto. Por ello, te pedimos apoyar nuestro trabajo para seguir abriendo espacios que fomenten el análisis y la crítica. Tu aportación nos permitirá seguir compartiendo contenido independiente y de calidad.