San Miguel y Santa María Chimalapa son dos de los municipios más grandes y biodiversos de la región Istmo de Tehuantepec en el estado de Oaxaca. Su territorio está surcado por ríos caudalosos que dan vida a uno de los pulmones más importantes del país, la selva que lleva el nombre de ambos municipios. “Nosotros estamos defendiendo el pulmón”, comentó Adán Esteban González, comisionado por parte  de la asamblea de Santa María Chimalapa. “Nosotros somos zoques chimalapas, somos herederos de esas tierras de nuestros ancestros. Nuestros documentos datan desde 1549. Esas tierras están reconocidas como uno de los pulmones más importantes del mundo”, agregó el comisionado durante una entrevista que concedió en la mañana del 3 de julio del 2023 frente a Palacio Nacional, en la Ciudad de México. En las palabras de los y las comuneras se refleja la relación que los pobladores sostienen con su territorio. Los Chimas son conocidos por su historia de lucha y resistencia, sobre todo cuando defienden el territorio que habitan:

“Ser Chimalapa para mí es un orgullo, somos gente de lucha, así nos han caracterizado muchas veces. Dicen que cuando los Chimas salen es porque el pueblo se moviliza, y realmente así es, lo vimos en el bloqueo que tuvimos, [refiriéndose al bloqueo mantenido en el tramo La Venta – La Ventosa en Oaxaca] hombres y mujeres ahí estábamos, como dicen, en pie de lucha. Entonces para mí Chimalapa es orgullosamente ser Chima”.

 “Yo me acuerdo que mi abuelo decía que desde el año de 1954 estas invasiones se vienen dando, de invasión tras invasión. Entonces ellos han actuado por su propia cuenta, en ese tiempo lo habían hecho y el día de hoy nuevamente se viene a transitar la misma historia, ¿no? Entonces lo que podemos decirles nosotros es que hay que seguir luchando y sobre todo poder concientizar a la ciudadanía también porque nos puede apoyar en ese sentido”, comentó Ana Ortiz López, comunera de Santa María Chimalapa.

            El conflicto por el territorio de ambos municipios con el estado de Chiapas comenzó varias décadas atrás, con la invasión de talamontes provenientes de Chiapas en los territorios comunales de San Miguel y Santa María. Estos municipios se encuentran en el extremo oriente de Oaxaca, colindando con los estados de Chiapas al oriente y Veracruz al norte. Entre ambos núcleos agrarios abarcan 594 mil hectáreas, de las cuales 460 mil corresponden al municipio de Santa María Chimalapa, mientras que San Miguel Chimalapa cuenta con 134 mil. La tenencia de la tierra es comunal y se organiza por dos núcleos agrarios de Bienes Comunales, en donde las decisiones se toman de manera colectiva y asamblearia.

“Aquí nosotros tenemos representantes de bienes comunales que es el comisariado y también vienen los presidentes municipales que son las autoridades administrativas. Ellos son los que nos representan pero al final de todo se lleva a un pleno común que es una asamblea comunitaria y ya por mayoría se define cualquier trabajo que vayamos a emprender en la comunidad. De hecho, este movimiento que se hace en defensa de nuestras tierras no representa intereses partidistas ni políticos, sino comunitarios. Es una lucha de todos, absolutamente de todos. Entonces la forma de organización que tenemos en las comunidades pues es por usos y costumbres. La máxima autoridad es la asamblea”, compartió Saúl Antonio Guzmán.

Cada una de las personas que es Chima es también comunera en su territorio. Como tierras comunales, los Chimalapas son propiedad social de la tierra, lo cual impide su venta o compra de forma privada y permite que se le dé un uso para el beneficio comunitario. En el interior de la selva y el bosque se encuentran maderas preciosas, así como diversas especies de animales y plantas, lo cual ha generado un interés para su explotación por parte de talamontes y cazadores furtivos. El interés de las y los comuneros no es la explotación de la selva para su uso y el enriquecimiento de unos cuantos a expensas de la salud ecosistémica, sino que se consideran los cuidadores de la selva y el bosque, para que se siga conservando, dando vida y salud a un mundo devastado.  La defensa del territorio se relaciona con el espacio físico y natural, pero también con la relación con otros pueblos, con los significados que las comunidades depositan en el hábitat. El territorio no es meramente un espacio físico o material, es una serie de relaciones que se construyen en donde influyen procesos identitarios, la vida cotidiana, lo que se advierte como sagrado y lo ambiental.

“El crecer dentro de tierras Chimalapas pues es lo más natural que pude haber tenido dentro de mi infancia y hasta ahorita venimos a la Ciudad, nos encontramos con que no hay árboles, no hay ríos, no hay agua. Nosotros apreciamos eso, por esa razón luchamos pues para conservarla y preservarla”, puntualizó Ana Ortiz.

Más que un conflicto entre habitantes de ambos estados, el conflicto ha sido potenciado o propiciado por el gobierno federal por el incumplimiento de la resolución de la Suprema Corte, emitida desde marzo del 2022. Al ser un conflicto por los límites interestatales, le corresponde al gobierno federal la resolución y su cumplimiento, ya que la Suprema Corte de la Nación, a quien el artículo 105 de la Constitución Federal otorga la atribución de resolver las controversias constitucionales, emitió una resolución a favor del estado de Oaxaca. Sin embargo, los comuneros afirman que la medición que se ha hecho para definir los límites no han sido las correctas. Debido a esto, fue que primero realizaron un bloqueo carretero y posteriormente se encaminaron a la Ciudad de México para ser atendidos por el gobierno federal. El 3 de julio del 2023, a una comisión de autoridades de ambos municipios se les dio acceso para entablar un diálogo en Palacio de Gobierno, sin embargo, fue hasta el viernes 7 de julio que los 100 comisionados y comisionadas emprendieron el regreso a sus comunidades. Leonel Sánchez Esteban explicó que:

“Ha habido por parte de los gobiernos intervenciones en cuestiones de suspender todo ese tipo de explotaciones de manera irregular, desafortunadamente la parte que corresponde al estado de Chiapas hace caso omiso, pero otra vez recae en la autoridad federal porque el municipio que se crea en 2011 de los talamontes, que se llama Belisario Domínguez, tiene conocimiento el gobierno federal, sabiendo que el territorio en donde lo crean es Bienes Comunales de Chimalapa”.

Ana Ortiz agregó que en Los Chimalapas tanto los hombres como las mujeres participan en la toma de decisiones y que la lucha por defender los bienes comunales se sigue transmitiendo de manera intergeneracional:

“La verdad hace como diez años empezó a interesarme el tema. El día de hoy ya estamos registradas como comuneras y pues estando presente en una asamblea no podemos quedarnos calladas, ¿no? Yo creo que como mujeres también tenemos derecho de participar y como mujeres también alzamos la voz y damos nuestro punto de vista referente a alguna problemática que se esté dando en nuestros bienes comunales porque también es un patrimonio de nuestras futuras generaciones. Yo como mamá tengo que contarle esta historia a mis hijos para que ellos también se vayan adentrando en el por qué de esta lucha justa que ancestralmente lo venimos haciendo, por ejemplo a mí mi abuelo me contaba, mi papá también y hoy día hemos retomando esto y yo estoy inculcando a mis hijos que hay que luchar por la razón justa”.

Los y las comuneras sostuvieron un plantón y manifestaciones frente al Palacio Nacional hasta que el gobierno federal se comprometió a asistir a los municipios en cuestión en el trascurso de la próxima semana para que se respete el derecho a defender su territorio, cuidarlo y mantenerlo vivo. 

“Esto va a seguir. Si el gobierno no nos atiende vamos a seguir hasta que nos atienda porque queremos esto. Esta manifestación la hicieron también en el año de 1993, aquí en la Ciudad de México. Igual la misma situación porque a pesar de que ha habido movimientos de la comunidad se nos sigue explotando la selva, la flora y la fauna. Entonces nosotros estamos tratando de cuidar esa parte porque es la que nos da oxígeno a nivel mundial. Entonces sí, pues sería de mucha ayuda para nosotros los pueblos zoques de Los Chimalapas que nos apoyen a cuidar la selva”, expuso Adán Esteban González. EP

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