El pulpo y la pesca: retos para lograr la sostenibilidad en la actividad pesquera

Actualmente existen esfuerzos de acción colectiva donde participan productores, la academia, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y el mercado, que buscan abordar los retos pesqueros, ambientales y de manejo para lograr la sostenibilidad en 23 diferentes pesquerías de México. Uno de estos esfuerzos se desarrolla para la pesquería de pulpo en la península de Yucatán.

Texto de & 17/11/20

Actualmente existen esfuerzos de acción colectiva donde participan productores, la academia, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y el mercado, que buscan abordar los retos pesqueros, ambientales y de manejo para lograr la sostenibilidad en 23 diferentes pesquerías de México. Uno de estos esfuerzos se desarrolla para la pesquería de pulpo en la península de Yucatán.

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Los pulpos

Desde la mitología escandinava el pulpo ha sido considerado como una criatura con tamaño y habilidades colosales. Es único en el mar por su capacidad para volver su exterior similar al de su entorno (mimetización) y ser poseedor de un depósito de tinta que utiliza para huir de las amenazas a las que se enfrenta. Estas son dos características importantes y quizás las más conocidas por la sociedad—; sin embargo, estos organismos tienen un perfil biológico, una historia y un posicionamiento relevante en el camino hacia la pesca sostenible del país.

Los pulpos son invertebrados marinos (carecen de columna vertebral y de esqueleto), se encuentran emparentados con los calamares, las sepias y los nautilus. Entre sus características principales se encuentran tener un cuerpo blando, la presencia de ocho brazos, tres corazones, su destreza para desplazarse mediante la expulsión de agua por su sifón o reptar en el fondo marino. En la actualidad se han descrito más de 300 especies de pulpo; estos organismos viven en los océanos de todo el mundo, en regiones tropicales y templadas. Su tamaño varía dependiendo de la especie, podemos encontrar organismos por debajo de los 5 centímetros y otros con poco más de un metro de longitud. Su principal alimento son las almejas, las jaibas y los cangrejos. La mayoría de los pulpos son semelparos, lo que significa que se reproducen sólo una vez y luego mueren. Además, una gran variedad de pulpos es utilizada en la gastronomía de diferentes países, así como de forma ornamental en acuarios privados o públicos.

Foto de Arturo Hernández (COBI)

La pesca como actividad esencial

La actividad pesquera es esencial para las comunidades costeras a escala mundial, en especial en los países en vías de desarrollo, ya que esta representa una de las principales fuentes de proteína, ingresos y empleo. De acuerdo con la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés), las capturas de las principales especies a nivel mundial han disminuido desde 1974 a consecuencia de la sobrepesca de los recursos, ya que se extraen más organismos de los que las poblaciones naturales producen. Esta tendencia también se puede observar en los volúmenes de captura marina, los cuales no han variado desde hace más de dos décadas. Además, a nivel mundial, la sobrepesca en las pesquerías aumento de 10% en 1974 a 34.2% en 2017 (FAO, 2020).

“México ocupa el decimotercer lugar del mundo en términos de producción pesquera. La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca ha informado que la pesca artesanal representa el 40% de la captura total del país.”

México ocupa el decimotercer lugar del mundo en términos de producción pesquera. La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca ha informado que la pesca artesanal representa el 40% de la captura total del país, contando con un registro de 74 055 embarcaciones y un estimado de 222 165 pescadores. De las 571 especies registradas como especies comerciales en la Carta Nacional Pesquera, todas son capturadas por la flota artesanal, y 26 especies (atún, camarón, pequeños pelágicos) se comparten con la flota industrial. A pesar de este gran número de especies aprovechadas, aún no se cuenta con información de la situación de los recursos pesqueros en el 90% de las especies, y, aquellas que sí cuentan con información, siguen la tendencia global con más del 15% de las pesquerías en estado de sobrepesca o colapsadas.

¿Qué es la pesca sostenible?

La pesca sostenible aumenta los ingresos y mejora los medios de vida en las comunidades costeras, promueve el crecimiento económico y protege al medio ambiente y los recursos naturales. Durante los últimos 30 años se ha generado un fuerte movimiento para asegurar la sostenibilidad en las pesquerías a nivel mundial (FAO 1995, FAO 2015). Estos esfuerzos se ven reflejados en el establecimiento de estándares internacionales de pesca sostenible, los cuales evalúan tres principios en una pesquería: 1) poblaciones sostenibles, 2) minimizar los impactos ambientales y 3) gestión eficaz de los recursos pesqueros. En el primer principio se manejan indicadores relacionados con las estrategias de captura, herramientas y reglas de control y el estado de la población. El segundo incluye indicadores de la pesca incidental, el impacto del arte de pesca en el hábitat y el efecto que tiene la actividad de pesca en relación con en el ecosistema. En el tercero, los indicadores se basan en la gobernanza y política del país donde exista y se promueva un marco legal como leyes y normas con enfoque sostenible, así como un sistema de manejo para su aplicación.

Actualmente existen esfuerzos de acción colectiva donde participan productores, la academia, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y el mercado, que buscan abordar los retos pesqueros, ambientales y de manejo para lograr la sostenibilidad en 23 diferentes pesquerías de México. Uno de estos esfuerzos se desarrolla para la pesquería de pulpo en la península de Yucatán.

La pesca de pulpo en México

México es uno de los mayores productores de pulpo del mundo: en 2018 se registró la captura de más de 56 000 toneladas de este recurso. Esta pesquería se posiciona en el séptimo lugar en la producción pesquera del país y en el cuarto lugar por su valor económico. Durante los últimos diez años el estado de Yucatán ha sido el mayor productor de pulpo en el país: en el año 2018 reportó la captura de 36 965 toneladas, el 65% de la producción nacional de este recurso. Las especies que se aprovechan son el pulpo maya (pulpo rojo) y el pulpo común (pulpo patón). Los pulpos son vendidos tanto en el mercado nacional como en el internacional, siendo los principales consumidores España, Italia, Japón y Estados Unidos.

¿Por qué la pesca de pulpo en Yucatán es sostenible?

La pesquería de pulpo está regulada en tres documentos normativos: la Carta Nacional Pesquera, un Plan de Manejo Pesquero y una Norma Oficial Mexicana Pesquera y Acuícola (NOM-008-SAG/PESC-2015). En estos documentos, las dos especies de pulpo se reportan como aprovechadas de forma sostenible. Además, esta pesquería cuenta con diferentes herramientas de manejo que regulan la actividad extractiva. Destacan: los permisos de pesca, documentos que autorizan a realizar actividades de extracción de especies; las cuotas, límite de captura fijado para una pesquería que se expresa en toneladas de peso; la talla mínima, la cual busca evitar la captura de juveniles, que son aquellos organismos inmaduros que no se han reproducido; la veda, prohíbe llevar a cabo la pesca en un periodo específico; y la especificación del arte de pesca, que especifica las técnicas que pueden ser empleadas para capturar especies pesqueras.

La pesca de pulpo se realiza al garete con jimbas (varas de bambú), es el arte de pesca tradicional del pulpo en Yucatán. Este consiste en dejar una embarcación a la deriva, la cual va arrastrando cordeles de monofilamento que tienen en un extremo la carnada (cangrejos, jaibas o peces) que va cerca del fondo. El otro extremo del cordel va amarrado a la embarcación con las jimbas. Cuando el pulpo sale de su escondite y agarra la carnada es capturado con la mano y subido a la embarcación. La pesca con jimba es considerara un arte pesca muy selectiva ya que solamente captura pulpos y no hay pesca incidental. Adicionalmente, la temporada de pesca evita la captura de pulpos hembras desovantes, ya que estas se dejan de alimentar por cuidar los huevecillos y no son atraídas por la carnada.

Las actividades de captura con jimbas se realizan entre los 0 y 60 metros de profundidad. En las áreas de pesca se pueden encontrar fondos con pastos marinos, arena, rocas y corales. A pesar de que la actividad pesquera se desarrolla en diferentes áreas del Golfo de México, el arte de pesca no tiene contacto con el fondo marino, por lo que no genera un impacto negativo en el hábitat.

Foto de Arturo Hernández (COBI).

Retos para lograr la sostenibilidad

Uno de los principales retos que nos hemos enfrentado en la pesquería de pulpo es la generación de información, esta actividad permite documentar las prácticas realizadas durante la faena de pesca (fecha, tiempo de pesca, tipo de arte utilizado, área de captura, tipo de carnada usada, volumen capturado de las especies objetivo e incidental) para una gestión eficiente de los recursos. Además, se realiza un monitoreo biológico, en el cual los organismos capturados son medidos, pesados y diferenciados entre hembras y machos. Toda esta información se utiliza para medir el esfuerzo pesquero, generar indicadores de la salud de la población, revisar el cumplimiento de las herramientas de manejo como la cuota, la talla mínima y la veda. También nos ayuda, a los actores involucrados, a desarrollar una gestión eficiente del recurso.

Otro de los grandes retos que identificamos en la región es la pesca ilegal. Esta actividad agota las pesquerías porque la tasa de mortalidad aumenta. Los pescadores legales pierden ingresos porque disminuyen las poblaciones y requieren de una mayor inversión en los costos de producción para cumplir con sus objetivos; por ejemplo, deben pasar un mayor tiempo en el mar para que la captura sea rentable o deben realizar viajes más lejos de su comunidad. Igualmente, tiene un impacto en los precios: la entrada de producto ilegal al mercado disminuye los precios perjudicando injustamente a los pescadores legales.

“Otro de los grandes retos que identificamos en la región es la pesca ilegal. Esta actividad agota las pesquerías porque la tasa de mortalidad aumenta.”

El mercado es un actor de suma importancia para ayudar a disminuir la pesca ilegal o pesquerías con malas prácticas. Los compradores juegan un papel clave en la cadena productiva de cualquier pesquería, generan información de importancia para la gestión (seguimiento de tallas y volúmenes de compra) y tienen el poder de decisión en la compra del producto por la calidad y la legalidad procedencia. El involucrar a los compradores con interés en la sostenibilidad ayuda a los pescadores a entrar en mercados preferenciales. Asimismo, es importante compartir el esfuerzo que se realiza como colectivo al consumidor final (en un restaurante o en las casas); esto se puede realizar a través de un programa de trazabilidad donde se conecte al consumidor con la identidad, la historia y la fuente del pescado o marisco.

La inversión económica es otro factor determinante para lograr la sostenibilidad en una pesquería. En el caso del pulpo, los participantes han invertido tiempo, dinero y esfuerzo en el desarrollo de un plan de trabajo que busca continuar documentando las buenas prácticas y la implementación de acciones de mejora para el cumplimiento de los criterios de pesca sostenible.

Tomando en cuenta las características mencionadas anteriormente, la pesquería de pulpo en Yucatán se posiciona como candidato potencial para cumplir con estándares internacionales de pesca sostenible en el mediano plazo (tres a cinco años). No hay una receta sencilla para enfrentar los retos pesqueros, ambientales, sociales y de manejo. Sin embargo, las acciones colectivas con una visión clara y consensuada, roles y responsabilidades definidos, facilitan el diseño, la implementación y la documentación de buenas practicas para lograr la sostenibilidad en una pesquería. EP

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