Observatorio Internacional | 30 años del mundo en Este País

Desde sus inicios, Este País ha tenido un nicho sobresaliente para el análisis de México en el mundo y las relaciones internacionales. En el marco de los festejos por nuestro aniversario, Susana Chacón presenta un recorrido por las publicaciones del primer año de vida de esta revista.

Texto de 28/04/21

Desde sus inicios, Este País ha tenido un nicho sobresaliente para el análisis de México en el mundo y las relaciones internacionales. En el marco de los festejos por nuestro aniversario, Susana Chacón presenta un recorrido por las publicaciones del primer año de vida de esta revista.

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En Este País estamos de fiesta. En abril, hace tres décadas, nació la revista y desde su primer número se le dio un espacio importante al análisis de México en el mundo y a las relaciones internacionales. Aprovecho mi colaboración mensual para recordar en dónde estábamos hace 30 años y cuáles eran nuestras preocupaciones internacionales. Me hubiese gustado mucho hacer un recorrido por todos estos años, pero por razones de espacio centraré su atención sólo en las reflexiones y publicaciones del primer año de vida de Este País. Nos situamos entonces en abril de 1991.

Después de un periodo de profundas crisis económicas, que comenzaron con la devaluación de 1976 y las crisis desde 1982 hasta 1994, Este País nace en un momento en el que se buscaba establecer un nuevo modelo económico dado que el anterior —el del desarrollo estabilizador— estaba completamente agotado. Asimismo, el mundo se estaba organizando en regiones. En su primer año de gobierno, en 1989, Carlos Salinas de Gortari viajó a París al aniversario de la Cumbre de la Bastilla, en el Bicentenario de la Revolución Francesa; además de participar, su intención era buscar un acercamiento con los países europeos, pero se percató de que esto sería muy complicado. Europa se encontraba concentrada en Europa y en afianzar lo que sería su paso de la Comunidad Económica Europea a la Unión Europea. Por otra parte, con la caída del muro de Berlín y la caída de la Unión Soviética, ese mismo año, los recursos y apoyos europeos irían a reforzar las nacientes economías de los países de Europa del Este, antes que pensar en cooperar con México o América Latina.

Fue en ese contexto en que el presidente mexicano decidió que, para obtener un desarrollo y crecimiento económico, la mejor opción para México —por su ubicación geográfica— era estar en América del Norte. Comenzó entonces las negociaciones del Tratado de libre comercio, primero con los Estados Unidos y después con Canadá.

“Si se pensaba construir una región de Norteamérica, era necesario primero conocer a los tres países desde sus raíces más profundas y desde las tres sociedades.”

En Este País, la reflexión al respecto se dio desde el primer momento y en su primer número, en abril de 1991, se publicó la primera encuesta, “Integración económica y nacionalista, Canadá, Estados Unidos y México”. Además, se presentó el libro de Roderic Ai Camp, México leído en inglés. En ambos casos, se evidenció la necesidad de abrir espacios para conocer a los tres países. Si se pensaba construir una región de Norteamérica, era necesario primero conocer a los tres países desde sus raíces más profundas y desde las tres sociedades. Se daba por hecho que se conocían entre sí, sin embargo, el camino apenas comenzaba.

En mayo, se presentaron dos encuestas: una sobre convergencias y divergencias en América del Norte, otra sobre recesiones económicas y opinión pública en los Estados Unidos; ambas mostraban elementos que acercaban a los mexicanos a los dos países vecinos. Se publicaron también dos interesantes textos de opinión. Después de una época de profundo nacionalismo y reforzamiento de la soberanía, Lorenzo Meyer escribió “De vecinos distantes al amor sin barreras”; parecía que lo inimaginable estaba sucediendo: México quería el acercamiento con EUA y por primera vez veía su frontera norte como una ventaja favorable para el crecimiento y desarrollo. Además, Luis Herrera Lasso escribió sobre la Seguridad Nacional en México. Recordemos que, al menos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, México es parte del perímetro de seguridad de Estados Unidos, de ahí que nuestra Seguridad Nacional será siempre una preocupación para los estadounidenses.

En junio de 1991, Erasmo Sáenz presentó el libro El futuro del FMI. Este texto era importante para los mexicanos dado que el Fondo Monetario fue clave para la solución y el manejo de las crisis de deuda externa de los años ochenta. Recordemos que las negociaciones pasaron de ser anuales, en 1982, a multianuales a partir de 1984. Jesús Silva Herzog, como secretario de Hacienda, y su entonces subsecretario José Ángel Gurría fueron a quienes les tocó llevar a cabo todas las negociaciones.

Para el mes de julio, Margarita Favela y Pilar Morales prepararon la encuesta “México ante los ojos de los Estados Unidos”. Este número incluyó también un seguimiento del TLC en la prensa de Estados Unidos. Por su parte, Marisa Studer nos habló sobre la batalla por la vía rápida en Washington; el proceso de negociación del TLC buscaba lo que conocimos como el famoso Fast Track. Además, desde otro orden de pensamiento, nuestro querido José Luis Orozco disertó sobre el libre comercio de las ideas; más allá del comercio, se vivía un importante intercambio de ideas entre los estudiosos de los tres países.

En agosto, Lilia Bermúdez y Rosalva Ruíz presentaron la encuesta “Los dineros de Estados Unidos” y Raymundo Riva Palacio escribió sobre los viajes presidenciales y su impacto en la presencia de México en el mundo. Víctor Arriaga nos habló sobre el TLC de razas y naciones; introdujo interesantes variables sociales poco estudiadas anteriormente, como los mitos de las razas dentro de los países. Lilia Pérez Chavolla nos llevó a América Latina con su texto “Brasil, rumbo a la autonomía tecnológica especial”.

Adriana Malvido reflexionó, en septiembre, sobre la prioridad intelectual en el TLC. Por su parte, Eraclio Zepeda nos relató su viaje a Múrmansk, una lejana ciudad rusa cuya  bahía no se congela y puede tener tránsito marítimo todo el año, gracias a que recibe las cálidas aguas del Golfo de México y Veracruz. 

En octubre, tuvo lugar la primera asamblea de DOPSA, y en noviembre EP retomó varios temas internacionales. Se publicó la primera encuesta sobre el aborto en México, Canadá y Estados Unidos. Además, Víctor Calderón reflexionó sobre los precursores del TLC y aquellos intentos de acercamiento que no necesariamente fueron fructíferos. Raymundo Riva Palacio escribió sobre 1991 y el hermano mayor, donde retomó la importancia de EUA para los mexicanos. Y Emilio Rabasa Gamboa, de nuevo, nos llevó a la parte oriental de Europa con su magnífico texto Zarismo-URSS-Perestroika, en el que, con un recorrido histórico, nos dibuja los cambios en aquella región. En diciembre, se presentó solamente un artículo sobre la privatización en Europa del Este.

Así terminó 1991, año del nacimiento de Este País. Como ven, el tema central de México en el mundo era entonces América del Norte. No obstante, EP no se limitó a los aspectos comerciales de la región; buscó ofrecer a sus lectores las diferentes aristas que impactarían a nuestra inserción en Norteamérica. Desde 1991, este ha sido un espacio donde se escuchan diferentes voces y perspectivas no necesariamente coincidentes. Se abre la puerta también a otras regiones y países, pero en aquel momento la prioridad del país estaba en el norte. 

“A partir de este año, el grupo de colaboradores de México en el mundo, gracias a la apertura de Este País, se ha dado a la labor de retomar los temas internacionales en su muy afortunada versión digital.”

Hoy, 30 años después, la oportunidad de desarrollo y crecimiento de México se ubica también con Canadá y Estados Unidos. En un año de profunda crisis sanitaria por la pandemia de la covid-19 y por la más grave crisis económica desde los años treinta del siglo pasado, la viabilidad y las oportunidades para el país están en la región norte. Falta conocer cómo el gobierno, la sociedad, los empresarios y los académicos mexicanos aprovecharán este escenario crítico para relanzar el desarrollo del país. Treinta años atrás se replanteaba el modelo económico global. A lo largo de estas tres décadas, EP siguió puntualmente la reflexión y las preocupaciones internacionales. Hoy, estamos obligados a construir alternativas. A partir de este año, el grupo de colaboradores de México en el mundo, gracias a la apertura de Este País, se ha dado a la labor de retomar los temas internacionales en su muy afortunada versión digital.¡Muchas felicidades a Este País por sus primeros 30 años! EP

Este País se fundó en 1991 con el propósito de analizar la realidad política, económica, social y cultural de México, desde un punto de vista plural e independiente. Entonces el país se abría a la democracia y a la libertad en los medios.

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