
“Dúos improbables” aspira a convertirse en un taller de conversación que recupere respuestas ecuánimes, meditadas y alejadas de la inmediatez.
“Dúos improbables” aspira a convertirse en un taller de conversación que recupere respuestas ecuánimes, meditadas y alejadas de la inmediatez.
Texto de Este País 14/04/25
“Dúos improbables” aspira a convertirse en un taller de conversación que recupere respuestas ecuánimes, meditadas y alejadas de la inmediatez.
Existe un tipo de diálogo que surge desde la diferencia. En éste, la conversación no se da en un marco de acuerdo común o afinidad de ideas y creencias, sino en sus límites. Se trata de un intercambio que parte desde los extremos de la vida social o intelectual, y que plantea una pregunta: ¿es posible disentir apaciblemente?
El disentimiento es indispensable para la vida democrática. La noción de ciudadanía e, incluso, la de mayoría requieren, para sostenerse, que encontremos modos de estar en desacuerdo sin que esto implique una ruptura del diálogo. Al contrario, quienes nos parecen radicalmente distintos constituyen una fuente valiosa de reflexión y cuestionamiento. La diferencia nos orienta hacia lo nuevo porque nos revela modos de ser aún por descubrir.
El clima político y social actual tiende a una homogeneidad tiránica, como si todos debiéramos, por fuerza de alguna ley implícita en nuestros vínculos sociales, pensar lo mismo, vivir del mismo modo. Pero, siguiendo a Aristóteles, hay algo de la auténtica virtud que se encuentra en la subjetividad irreductible: no hay prudencia universal, sino que al sapo, la pedrada. En el diálogo sobre esas intimidades intelectuales o vitales esperamos encontrar nuevas preguntas.
Dúos improbables es una sección mensual que comenzará en junio. En ella, dos invitados situados en las antípodas de la vida social dialogarán epistolarmente, con la intención de comprenderse sin juzgarse. Dúos es un taller de conversación que recupera respuestas ecuánimes, meditadas y alejadas de la inmediatez. Esperamos que Dúos improbables muestre que el diálogo diverso, plural y enriquecedor no solo es posible, sino necesario. EP