Becarios de la Fundación para las Letras Mexicanas: Tener termitas es la amenaza del siglo

Kevin Zorrilla —exbecario del Curso de Creación Literaria para Jóvenes promovido por la Fundación para las Letras Mexicanas y la Universidad Veracruzana— nos ofrece dos poemas donde legiones de insectos y su constante azote se vuelven objeto de materia literaria.

Texto de 29/05/25

Kevin Zorrilla —exbecario del Curso de Creación Literaria para Jóvenes promovido por la Fundación para las Letras Mexicanas y la Universidad Veracruzana— nos ofrece dos poemas donde legiones de insectos y su constante azote se vuelven objeto de materia literaria.

Tener termitas es la amenaza del siglo
Quienes viven
junto a un terreno baldío
deben lidiar con ratas,
les preocupan
sus enfermedades,
intentan conseguir un gato.

Bicarbonato y azúcar,
soluciones caseras
para matar cucarachas.

Invasores en la cama,
ácaros persistentes
ocasionan sarna,
la mejor opción,
—sacar las sábanas
al sol directo—
y una pastilla
es capaz de aliviarnos.

En mi caso
la plaga es más sutil y resistente:
termitas.

Atacan los muebles
de la sala.
En la cocina
las sillas son las víctimas.

Las escaleras se vuelven
inestables
y la puerta de mi recámara
se ha caído.

Ahora están en el techo.

“—014, línea de ayuda. ¿Cuál es su emergencia?
—Las termitas se alimentan de mí."

En casa incendio
En mi casa no hay extintor,
pesticidas, ácidos
o veneno para ratas.

En casa de mi padre
cuando algún roedor
pasaba la cerca
su destino era trazado
por una escoba,
incluso el filo del machete
era capaz de difuminar
sus respiraciones.

En casa de mi madre
si existía alguna plaga
entre el huerto de tomate
y las orquídeas
usar pesticida era la opción.

El ácido bórico
era remedio casero de mamá
para combatir cucarachas
cotidianamente.

En mi hogar
las armas domésticas
son inimaginables.

El extintor
es decorativo,
si entras
la casa tendrá que arder. EP















DOPSA, S.A. DE C.V